un sitio de reunión para todos aquellos que escriban o que pretendan hacerlo. sobre todo aquellos que escribimos en las sombras e, incluso, en una zona de cierta penumbra.

martes, 30 de junio de 2009

Esto era y luego terminó

Las veces que vino no fueron demasiadas, pero ella las recordaba con alegría (y con tristeza y con rabia, ella era compleja, es decir, era gente). Ella salía de la casa y lo esperaba. Alguna vez la espera fue vana, pero ella prefería olvidar, sin que por eso obviara el sufrimiento. Si uno sufre, es porque está vivo, pensaba y sentía culpa por ser tan poco original. El se había dado cuenta de que ella lo amaba antes que ella misma atinara a hacerlo. Creo que la manipulaba, muy torpemente, no era ducho en esas cosas, como no lo era en casi ninguna que tuviera implicaciones prácticas en una vida normal. Él anhelaba una vida normal, es decir, no tener una vida normal, sino disfrutarla. Hacerlo como las personas que cantaban una canción de moda, las que iban a bailar el viernes y dormían el sábado hasta tarde y las que al morir decían díganle que tuve una hermosa vida. Él no bailaba y ella se deleitaba en un merengue o una salsa. Un corro casi siempre surgía junto a ella: sabía transmitir entusiasmo, aunque se hacía algo sospechoso que siempre usaba sus habilidades en las fiestas y a horas más bien tardías.

A pesar de todo, ella salía la siguiente vez, con el amor en la mirada que no parecía cansarse nunca de esas cosas, que parecía inagotable, pero que uno sabía que no lo era, bueno, porque las cosas son así. Él saludaba de lejos y cuando estaba más cerca le daba un beso en la mejilla. Ella se sentía humillada y se prometía no seguir en ese juego idiota. Más tarde hacían el amor y ella olvidaba sus promesas. Él la quería, pero de verdad era un idiota y lo sabía y pensaba, esto es bueno para sentirse vivo y sin decirlo, sin que saliera una palabra de su boca, ella se enteraba de todo y sufría y sufría. Hay gente que es feliz, le mostraba ella y señalaba la televisión o a personas que pasaban por la calle. Sí, decía él y se daba vuelta en la cama. Luego se iba. Un día no volvió más. Ella preguntó y muchas cosas le decía la gente, pero ninguna le satisfizo. Todo siguió su curso, como todas las cosas lo hacen hasta que se terminan y hasta que caen en olvido.

sábado, 27 de junio de 2009

No exageremos

Onetti, maravilloso escritor, partamos de allí, en ciertos párrafos cercanos al final de su novela breve El Pozo, expresa lo siguiente:

Conocí mucha gente, obreros, gente de los frigoríficos, aporreada por la vida, perseguida por la desgracia de manera implacable, elevándose sobre la propia miseria de sus vidas para pensar y actuar en relación a todos los pobres del mundo. Habría algunos movidos por la ambición, el rencor o la envidia. Pongamos que muchos, que la mayoría. Pero en la gente del pueblo, la que es pueblo de manera legítima, los pobres, hijos de pobres, nietos de pobres, tienen algo esencial incontaminado, algo hecho de pureza, infantil, candoroso, recio, leal, con lo que siempre es posible contar en las circunstancias graves de la vida.

Bien quedan estas palabras como homenaje a esa gente que nunca cuenta, a la gente comparsa, a la gente masa-mítin-cerveza, a la gente que es sencilla y que esgrime su sencillez por toda propiedad, a la gente que es como uno (ojo, no aludo a todos en este uno, a pesar de aquello de la Unidad y sus consecuencias) por mucha rabia que nos dé. Está bueno y es justo. Lo que en modo alguno debería ser admisible es la posibilidad de un loar en exceso, de un mitificar una figura abstracta que devenga, a la manera del concepto del buen salvaje, en un modelo de hombre bueno y justo, el hombre de pueblo, el popular, el buen pobre, el hombre comunitario. Consecuencias camboyanas no estarían en un horizonte lejano.

Me he criado en un barrio, en una comunidad de bajos recursos, es decir, sé lo que es ser pobre, sin exagerar, sin entrar en ejemplos dignos de Dickens o Victor Hugo, nada de eso. He sido pobre sin ser ostentoso por ello. Conozco a la gente sencilla y aporreada, de cerca, alguna novia tuve allí y sí, hay gente muy buena, y hay algo candoroso en todo el asunto. Pero no llevemos al extremo las cosas. Las dos veces que he sido víctima del hampa, fue a manos de gente llena de candor, infantil, pues. Los asesinatos que he contemplado (ejecutados ya, no en ejecución), ocurrieron a manos de gente sencilla y contra gente sencilla. El paraíso tampoco está en el barrio, en la favela, en la villa. Pero debemos procurar que allí tampoco se instale el infierno, que eso quede claro, porque allí tengo amigos y familia y aunque no los tuviera.

Hoy en día la ingenuidad no se castiga, porque es imposible. Que esto se entienda, que se explique, que vengan y traigan algo, porque ya no va quedando nada.

P.D. Vi a un jurista en la televisión estatal explicando cómo era viable, luego de la reforma de la norma procedimental, la intervención de comunicaciones privadas por mandato de un juez. De un juez, acotaba e insistía. Un juez es gente, tal vez no sea gente ingenua, pero es gente, adinerada tal vez, lo que no comporta nada, pero debe ser acotado. Soy abogado y conozco al algún que otro magistrado y doy fe. Los jueces no son tampoco seres de luz, no, nada, son, solo son y no más. Por tanto, no sé, creo que no me convence la vehemencia con que el jurista del que ya hablé tan poco les invoca, como toda razón, como axioma, cual 3,1416 (por ser sencillos expresemos esto así), en sustitución de razonamientos verdaderos que validen sus postulados.

miércoles, 24 de junio de 2009

Alegría


Alegría, de verdad, alegría, siento por las felicitaciones de una amiga, relativas a mi blog y a mi forma de escribir, alegría uno siente y debe expresar. No creo que siempre se deba ser un maldito, ni que por ser escritor maldito uno sea más profundo. Piazzolla decía que era un tipo feliz, que no podía crear nada cuando estaba triste. La bella Milonga del Ángel y Vuelvo al Sur, tan nostálgicas en sí mismas, son la creación de un tipo contento. Eso alegra, eso da esperanzas.
La idea es, no nos dé vergüenza estar contentos, no huyamos de las películas por su dolor, por su crueldad o por su excentricidad. Juzguemos por su calidad y si no sabemos mucho de la técnica y el lenguaje del cine (me pasa un poco así, pero no tanto, tampoco voy a exagerar para hacerme el inocente y puro), habrá que hacerlo de pura emoción, de puro oído o de pura mirada. Vaya también esa recomendación a lo demás que tenga que ver con el arte, es decir, con esa forma particular de hablar con los demás sin verlos y diciendo la verdad así se mienta. Sobre todo cuando se miente.
Contento estoy, ya se sabe, que se sepa. Nihil Obstat.

lunes, 22 de junio de 2009

ACLARATORIA NO SOLICITADA

Este blog requiere periódicas aclaratorias. Se espera de un blog latinoamericano y cuantimás (siempre quise usar esta palabra), venezolano, que plantee serias reflexiones sobre la realidad del país, lo que se entiende en estos casos como la realidad, que si las cosas están caras o que hay más o menos empleo, que el país ya no soporta la neodictadura, que la dinámica participativa permite la construcción de una sociedad justa donde se olviden los olvidados, cosas de esa estir.pe Se espera y quien tal pretenda, puede ir esperando en vano. La dictatorial forma de entender el mundo que hoy me gobierna y que no puedo explicar por autocensura, me remite a los temas insustanciales que acá aparecen. Otra aclaratoria: si un post parece demasiado críptico, no es porque detrás de él se esconda una intención estética de altos vuelos. No. Es que la realidad, por el hecho de serlo, a veces, dependiendo de uno, es demasiado vulgar, demasiado simplona. Un arreglito no está mal. Pero en modo alguno me pretendo un iluminado, un predestinado o un _____________, ponga usted la palabra.

sábado, 20 de junio de 2009

AMÉN






















Hace muchísimos años compré una antología poética de Álvaro Mutis a sugerencia (tal vez agradable exigencia) del poeta Ernesto Román Orozco, quien a la sazón atendía la antigua librería Kuai Mare de San Cristóbal, desaparecida entonces por razones que no vienen a cuento, desaparecida del todo hoy, a pesar de su hermoso nombre que evocaba leyendas primigenias, en beneficio de la librería Del Sur, especie de franquicia asu modo y a mi entender. En fin, este es el primer poema que recuerdo de Mutis y nunca he podido alejarme demasiado de él en mis cosas. Vaya para todos y vaya también para mi amiga América Martínez, poeta.



Que te acoja la muerte
con todos tus sueños intactos.
Al retorno de una furiosa adolescencia,
al comienzo de las vacaciones que nunca te dieron,
te distinguirá la muerte con su primer aviso.
Te abrirá los ojos a sus grandes aguas,
te iniciará en su constante brisa de otro mundo.
La muerte se confundirá con tus sueños
y en ellos reconocerá los signos
que antaño fuera dejando,
como un cazador que a su regreso
reconoce sus marcas en la brecha

El pasado vuelve un rato


El pasado vuelve a veces, con distinta cara, con algo de maquillaje, con las marcas de la vida en la cara y en el cuerpo, uno camina junto al pasado, que anda preocupado por trámites, por las tonterías que exigen los que tiene poder, poco poder, pero suficiente para joder una vida o, sin exagerar, tres octavos de vida. El pasado vuelve, pero uno ya no es el mismo. Da un poco de vergüenza, no sé, uno ya no puede transitar, ni por cortesía, los caminos conocidos. El pasado vuelve desde muy lejos, desde donde uno no ha ido y, por los vientos que corren en el país, no irá uno nunca. Lamentable lo pronto que en nuestra vida, las cosas lindas, incluso los dolores, se vuelven pasado. Lamentable, pero no trágico. ¿Ah rigor?

martes, 16 de junio de 2009

Un intelectual, obvio, famoso


Un intelectual no es un ser de luz, ni un ángel, sólo es alguien que tiene por costumbre leer mucho y de quien se presume que también piensa mucho. Digo se presume porque prueba conclusiva no la puede haber. Y digo, en el mejor de los casos, la demostración de la cantidad de pensamiento no implica la bondad del mismo. No traigo acá elementos éticos que pudieran considerarse necesarios a la hora de definir el perfil del intelectual marco. No lo hago porque entraríamos en honduras insuperables. De tal modo, debo acudir a la noción más simple para intentar abarcar el espectro de todo lo que se entiende (y autodenomina), en el campo de la intelectualidad, de la nuestra intelectualidad y a cualquier intelectual le avergonzaría demasiado una idea tan sencillota, tan pan con mantequilla, tan pan solo y agua de chorro. Un intelectual opina mucho, tal vez demasiado, pero en su descargo debe decirse que no toma demasiado en serio cuánto dice, bien por la conciencia de su propia falibilidad, por la flexibilidad de sus opiniones, en consonancia con la mutabilidad e infinita complejidad del mundo y de sus cosas, sean éstas las que sean y la hora que sean o por mala memoria o mala fé.

Lo que maliciosamente pretendo expresar es que no veo razones válidas o al menos medianamente decentes para exigir al intelectual (o a quien haga sus veces y no pocas), una suerte de comportamiento ascético, de comportamiento mantillesco (en recuerdo de aquel libro Mantilla, en que los niños eran más bolsas que el carajo), pero que para ser tal debe corresponder de manera exacta con las expectativas, con todas la expectativas del lector que le critique.

En dias recientes he asistido, con agrado, a distintas diatribas virtuales sobre el comportamiento político y opiniones emitidas en variados momentos y contextos históricos por: Jorge Luis Borges, Mario Benedetti, Silvio Rodríguez, Mario Vargas Llosa, discusiones teñidas de los colores pertinentes a la cuestión política en Venezuela. Justo es aclarar, para un lector foráneo, que estos colores, antes que corresponder a los que caracterizan a nuestros Partidos Políticos, son el de hormiga y el del excremento humano, tostado o no al sol.

Aunque he esgrimido una defensa a ultranza de Borges, de quién he dicho que era muy viejo y estaba ciego en la época en que fueron a importunarle con tales preguntas, no debemos ser demasiado exigentes con los otros, pues no debe olvidarse que son seres humanos con grandes errores, no son seres de luz, seres iluminados, porque nadie lo es, o al menos nadie que yo haya conocido y así lo digo.

lunes, 15 de junio de 2009

Hoy esto pienso


Hay quienes escriben ensayos y tienen el mundo tan claro. Hay quienes opinan y lo entienden todo. No me tocó en suerte ser así y no me siento mejor ni peor por ello. No puedo evitar, eso sí, maravillarme ante tales portentos de versatilidad, de talento. Me sorprenden las personas así, las que entienden o procuran entender los problemas de la vida, las que se aventuran a opinar, las que se equivocan y son escarnecidas y siguen opinando. Ojo, dije opinando, que las que se equivocan y siguen en errores que perjudican a muchos son otra cosa, vale decir, los políticos que no saben cuándo irse y lo demuestran, ese es otro cantar. De este post están excluidos por mandato papal y así sea.
Los otros, a los que me referí antes, ellos tal vez tampoco sean portadores de la verdad, pero la ilusión que crean en nosotros en tan necesaria como la idea de Dios para seguir adelante, para no sucumbir ante un mundo sin sentido, sin valores, un mundo relativo, un mundo que ni siquiera debería ser objeto de reflexión. Tal vez moleste a alguien el que yo diga que la idea de Dios es necesaria. Para mí lo es y a cambio de eso no me ofende el ateismo o el agnosticismo, porque sé que también son muestras de fe, de una fe acaso más ingenua, más pura y casta que la que el hecho de creer en Dios, así sea muy vagamente, requiere. Hoy esto pienso y dejo constancia de tal.

domingo, 14 de junio de 2009

La doctrina del shock

Cada día es más evidente la sabiduría que se desprende de este video, basado en la obra de Naomi Klein, cada cual compare lo planteado en él con los modos de proceder de su gobierno preferido o aborrecido.

La doctrina de Shock
Link: http://elfuegosordo.blogspot.com/2007/10/solo-miren-este-video.html

sábado, 13 de junio de 2009

Observación exacta


Las desgracias nada enseñan. Las desgracias sólo son y ya. Preferible sería que fueran lecciones programadas para un año escolar de duración variable, que dieran un diploma luego de ocurrir una o varias, dependiendo el tamaño del sufrimiento, que se las planteara en un currículo discutido y pensado con base en los más modernos conceptos de la pedagogía o de la andragogía, al menos. Sería bueno, pero no es así, las desgracias sólo son y ya. Somos nosotros los que podemos extraer sabiduría, si optamos por hacerlo, de todas las experiencias vitales. Sabiduría para cada uno, verdades para cada uno, porque aunque la verdad es una, es muchas, porque depende de quién la entiende, de cuánto y de qué forma la pueda o quiera entender, de la hora, de la lluvia, del amor que se viva o se haya vivido, del desengaño que se hubiere asentado como forma de ser y entender. Somos nosotros, no son las desgracias.

jueves, 11 de junio de 2009

Aclaratoria


Los pocos o ningunos lectores de este blog se sorprenderán por la temática del mismo. Nada hay en él que sea actual, ninguna reflexión social o política pertintente, que justifique o explique los cambios en el manejo del mundo o que dé ideas para comprenderlo. Tal vez se piense que el autor de estas entradas vive en un mundo etéreo, gobernado por imperativos estéticos y preocupaciones metafísicas ajenas a lo que vive en un día normal un latinoamericano cualquiera y en especial, un venezolano de frontera.
Debo decir de mí que trabajo y hago mercado, que con frecuencia miro el calendario para ver qué tal lejos está el día de pago y acto seguido, miro la nevera para comprobar la ausencias alimentarias que ella consten. Que tengo auto pero no lo manejo, que ando en transporte público e incluso a pie por la ciudad y que he sido asaltado, como todo ciudadano que se precie de tal. Que lo político me preocupa, por lo que pueda afectar a mi vida y por la parte de estupidez y simplismo que aporta a personas que no necesitaban tales auxilios, sobre todo en este país y por estas fechas.
Sin embargo, las reflexiones o los relatos, los comentarios o las citas con las que lleno el espacio de este blog, son las que se me hacen necesarias en cuanto me siento y abro www.blogger.com, qué se le va a hacer.
Así es la vida y el arte, aunque lo mío no se trate de arte y tal vez sí, en un pequeño porcentaje, de vida.

miércoles, 10 de junio de 2009

LA PUTREFACIÓN NECESARIA


No es cierto que la política esté podrida porque sus protagonistas intentan convencernos de que hacen todo lo que hacen en nuestro beneficio. Eso siempre fue así y pasará este ciclo y seguirá así o tal vez peor. ¿Quién de nosotros no intenta convencer a los demás de las bondades de su forma de vivir y ver el mundo? Nada está podrido o es que lo podrido es parte de nuestra naturaleza. Por ahí tal vez anden los tiros, según este maloliente, de por sí, post.

martes, 9 de junio de 2009

El vacío


¿Por qué será que cuando escucho expresiones como:
1.- Un gran acuerdo nacional
2.- Es una novela interesante, de verdad un trabajo notable
3.- Estamos evaluando las necesidades del pueblo para reprogramar nuestras metas
4.- No eres tú, soy yo
5.- Estamos trabajando en eso
6.- Le acompaño en la pena
7.- La comunidad, por sí misma, asume las decisiones que le competan
8.- Un fantasma recorre la tierra...
se me pone la mente en blanco?

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